
SOBERANÍA O MIERDA
28 noviembre, 2024El 20 de noviembre pasado en día de la Soberanía Nacional, el gobernador de la provincia de Buenos Aires encabezó un acto en San Pedro. En el mismo lugar donde se llevó a cabo la batalla de la Vuelta de Obligado en 1845. Kicillof, entre varios conceptos, sostuvo: “Aquí se dio una de las batallas más valiosas de nuestra historia. Las potencias (Francia e Inglaterra juntas) habían bloqueado el puerto y decidieron mandar sus barcos con productos para comercializar con los pueblos que había en la vera del Paraná: lo llamaban libre navegación de los ríos, pero era un saqueo contra nuestro país. Hoy estamos inmersos en un capítulo de la misma discusión: ante quienes creen que la Argentina debe ser solamente productora de materias primas, nosotros decimos que hay que proteger el trabajo nacional”. El textual es un interesante disparador para reflexionar sobre nuestro presente como nación. El modelo económico que hoy se está implementando en la Argentina es la continuidad del que entre otros llevó adelante Menem traicionando la doctrina peronista en la década del ’90, aunque en un contexto mundial diferente al de hoy.
En 1989 cae el Muro de Berlín y el Capitalismo se transforma en hegemónico. Allí nació la globalización. Desde entonces la palabra soberanía quedó devaluada para estas latitudes. El diccionario también lo maneja el poder económico y el aún vigente imperialismo de EEUU. Sin embargo, en América Latina en la primera década del siglo actual hubo una serie de gobiernos nacionales y populares que pusieron en cuestiones las coordenadas del consenso de Washington (CW) ¿Qué fue el CW? Un conjunto de fórmulas económicas neoliberales impulsadas por varios organismos financieros internacionales en los años ochenta y noventa del siglo pasado.
La Argentina actual nos lleva de las narices hacia aquellos años que terminaron con 39 muertos a manos de las fuerzas de Seguridad, con un 22 por ciento de desocupados y más del 60 por ciento de pobres.
Hoy el mundo es multipolar. Los Chinos le hacen sombra a los yankees y los BRICS son la alternativa comercial. No hay ninguna necesidad de tomar el camino de hace 40 años. La deuda externa es el principal capital político que la derecha entreguista local desde siempre encontró para que la Patria entre en peligro. Lo notable de los tiempos de hoy es que el mismo ministro Luis Caputo es el de los 45 mil millones de dólares con Macri y el FMI y hoy maneja todo con Milei. Inclusive tiene todo el poder para volver a endeudar. Recuperar la palabra Soberanía es un gran paso para dar las discusiones que importan ¿por qué? Porque como dice el Indio Solari, nos merecemos bellos milagros y ocurrirán.