SER FELIZ POR OBLIGACIÓN

SER FELIZ POR OBLIGACIÓN

30 noviembre, 2024 Desactivado Por Marcelo Rodríguez

En un mundo que propone vivir en un presente permanente, y usa la deshistorización como herramienta, ser pesimista ser un acto de esperanza. ¿Cómo ser feliz por obligación en un mundo tan desigual? El bombardeo en las redes y en las publicidades tradicionales muestran productos hechos para disfrutar de una vida sin faltas. Tenés que ser feliz. Mirá todo lo que hay, mirá todo lo que podés comprar y vos andás por ahí llorando y quejándote… Ser excesivamente optimista sin argumentos podrá transformarse de inmediato en una nueva frustración.

¿Cómo es que el Capitalismo tiene su sentido de ser en producir para vender, y la mayoría de los potenciales consumidores apenas pueden afrontar lo esencial, llámese comida, tarifas y arreglar algo que se rompa? Por supuesto que la referencia está dirigida a quienes somos afortunados de poder concretarlo ¿Y los que directamente no llegan a eso?

Tanta oferta de productos tentadores que están a la venta, más que contradicción, es generación de violencia.  Comer delante de los pobres era una frase explicativa que servía solo como ejemplo para otras cosas, y en el presente son un plan de gobierno y un proyecto cultural.

La apología de la desigualdad viene de la mano de la violencia y el odio a los pobres que el propio sistema genera. Ya es una enferma costumbre en las calles de nuestro país. En la actualidad el sistema imperante de concentración de la economía en pocas manos tiene a sus títeres en la casa rosada, en gran parte del Congreso de la Nación y en la principal estructura del Poder Judicial que son cómplices necesarios.

¿Por qué habría que ser optimista full time y seguir creyendo en cosas en las que antes sí se creían, si en lo concreto hoy se sufre más que lo que se disfruta? ¿Qué tiene de negativo sentirse mal porque las cosas que hace pocos años fueron realidades y en éste momento ya no lo son? “Los que no tienen desalientos me resultan sospechosos”, dijo alguna vez Eduardo Galeano.

Asumir la falta es darle lugar a la angustia, y solo después de asumirla, despojada de las negaciones y las cegueras, recién en ese momento podrán renacer los nuevos sueños, que sin dudas deberán ser reconstruidos sobre lo ya construido. Ese momento será el regreso de la política a la vida nacional.

Puede seguirnos y compartir nuestro contenido en las redes: