NUEVO DÍA DE PROTESTAS EN LA CIUDAD: JUBILADOS Y PERSONAS CON DISCAPACIDAD SE MOVILIZAN CONTRA EL AJUSTE DEL GOBIERNO
22 octubre, 2025Las organizaciones de jubilados, que marchan todos los días frente al Congreso, vuelven a concentrarse este miércoles junto a colectivos de discapacidad, que convocaron al mediodía frente al Ministerio de Salud. Reclaman aumentos en los haberes, aplicación de la Ley de Emergencia en Discapacidad, pago a prestadores y rechazo al veto presidencial. Se espera un fuerte operativo de seguridad y cortes en el centro porteño.
Azul Spalletta/ La Ciudad de Buenos Aires vuelve a ser escenario de protestas en una jornada que combina reclamos históricos y urgencias presentes. Desde el mediodía, el Foro Permanente de Discapacidad concentra frente al Ministerio de Salud para exigir la inmediata aplicación de la Ley de Emergencia en Discapacidad, la actualización de aranceles y el pago a los prestadores que, según denuncian, llevan meses sin cobrar. Horas más tarde, los jubilados, que se movilizan todas las semanas frente al Congreso, volverán a instalar sus banderas y carteles sobre la Plaza de los Dos Congresos para reclamar aumentos reales en sus haberes, restitución de medicamentos gratuitos y la derogación del ajuste previsional impulsado por el Gobierno de Javier Milei.
Ambos sectores confluyen en un mismo diagnóstico: los recortes oficiales golpean con más fuerza a quienes menos pueden sostenerlos. Desde el colectivo de discapacidad remarcan que el veto presidencial a la Ley de Emergencia, luego revertido por el Congreso, aún no se tradujo en acciones concretas. “La ley existe, pero no se cumple. Las personas con discapacidad están siendo abandonadas”, denunciaron en redes sociales desde el Foro Permanente, que reúne a más de 60 organizaciones. En el caso de los jubilados, los reclamos se centran en la pérdida del poder adquisitivo y la falta de medidas paliativas ante la inflación. “No llegamos a fin de mes, ni con descuentos en remedios ni con promesas vacías”, expresó una de las manifestantes en diálogo con medios locales.
El punto de mayor concentración se espera a partir de las 15 hs en la zona del Congreso, aunque desde temprano hay presencia de manifestantes y columnas que llegan desde distintos barrios. La circulación vehicular estará afectada en avenidas Rivadavia, Callao, Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen, donde la Policía de la Ciudad desplegó un operativo de vallado preventivo y presencia de Infantería. En las marchas previas, la represión y los protocolos antipiquete marcaron momentos de tensión, aunque las organizaciones insisten en mantener una protesta pacífica.
La jornada de hoy se suma a una secuencia de movilizaciones que ya se volvieron símbolo de resistencia. Cada miércoles, las columnas de jubilados se repiten como un ritual de persistencia, y a ellas se van sumando sectores de salud, educación y ciencia. En esta ocasión, el acompañamiento de los colectivos de discapacidad amplifica el reclamo y le otorga un carácter más transversal. “Nos une el mismo problema: el abandono del Estado”, repiten los manifestantes.
El Gobierno, por ahora, mantiene silencio. Desde el Ministerio de Salud y la Agencia Nacional de Discapacidad no se emitieron comunicados oficiales, y en la Casa Rosada evitan confirmar si habrá una instancia de diálogo. En los pasillos del Congreso, algunos legisladores opositores adelantaron su presencia en la marcha para apoyar los reclamos, mientras que desde el oficialismo consideran que se trata de “movilizaciones politizadas”.
La protesta de hoy no será la última. Los jubilados ya confirmaron que seguirán concentrándose todos los días frente al Congreso hasta obtener una respuesta concreta, y las organizaciones de discapacidad advirtieron que, si no se implementa la ley en las próximas semanas, profundizarán las medidas. En una ciudad nuevamente colmada de carteles, bastones, sillas de ruedas y pancartas, el mensaje parece claro: los sectores más vulnerables vuelven a ocupar la calle para exigir lo que consideran un derecho básico (vivir con dignidad) en medio de un país que se sigue ajustando desde abajo.






